Por: Ibsen Hernández
Ellos creyeron matar a
Marielle Franco, pero lo que no sabían, que ella además de ser de carne y
hueso, estaba llena de vida productiva, era pensamiento creativo y solidario,
que al estar en la tierra se transformó en cimarrona, ellos ni sospecharon que
Marielle Franco, ya estaba habitando en millones de corazones de mujeres
obreras y campesinas, nunca se imaginaron que ella había burlado a la muerte,
porque su vida estaba entregada a sus sueños.
Ella transitaba libre por
las calles de la existencia, buscando unificar las vidas, encontrando esperanza
en cada corazón cansado de las injusticias, jamás sospecharon que cuando una
mujer suelta sus sueños no hay fuerza en la tierra capaz de poder detenerlos,
cuando una mujer escucha el retumbar de los tambores ancestrales, se transforma
en cimarrona e incorpora el proyecto inconmensurable de la descolonización.
Los otros se molestan cuando
una mujer o un excluido quieren ser libre, entonces contratan mercenarios que
en caballos de metal dejan salir sus balas asesinas, sueltan sus perros
hambrientos de sangre a detener una vida cargada de sueños.
Qué difícil es para una
mujer transformadora, descolonizadora pretender liberar de las favelas a los empobrecidos,
si los reyes de la selva de cemento hacen de ellas un jugoso negocio, esta
mujer pretendió darle una repuesta a la pobreza y la exclusión, y entonces la
declararon cimarrona, emprendió la lucha entre arboles de cementos buscando construir
sus Kilombos, y antes de llegar a las puertas de la libertad le apagaron la
vida, eran perros, y rezos convertidos en relámpagos asesinos, terminaron con
su caminar libre y soberano.
Ella no quiso levantarse del
asiente que escogió y siguió luchando como siempre, igual que Rosa Park se
quedó sentada, indiferente ante la
exigencia del deshumanizado, continuo su trayectoria, con los mismos derechos
que los demás, pretendieron enterrar sus sueños sin darse cuenta que cuando
ella nació la ombligaron con semillas, por lo que era imposible desaparecerla,
pues las semillas vuelven a nacer día a día en cada terreno fértil que se
encuentre en el camino.
Marielle ellos no saben que
tu germinas en cada nuevo niño que nace, porque tus luchas dejaron la América
cargada de tu proyecto de vida, estamos convencidos que estas en la tierra de
los ancestros, dialogando con María Chiquinquirá, con Mama Zoilita, con Martina
Carrillo, y con Juan García, dándole continuidad a la vida en libertad.
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